El IES Hiponova de Montefrío estará en la final europea de la First Lego League; un concurso de construcción robótica en la que participan más de 250.000 jóvenes de entre 10 y 16 años de 70 países de todo el mundo, entre ellos 6.500 españoles, y que disputarán en Pamplona entre el 28 y el 31 de mayo junto con otros 90 equipos de más de 40 países del continente.Para llegar hasta la capital navarra, los alumnos del único instituto que hay en Montefrío tuvieron que superar una primera fase provincial celebrada a principios de marzo en el Parque de las Ciencias. Tanto el Hiponova como el IES Soto de Rojas se clasificaron para la final nacional disputada en Barcelona el 23 de marzo, y en la que concurrieron 34 conjuntos procedentes de toda la geografía española.Tras sorprender al jurado presente en la capital catalana, los alumnos de 4º de ESO del centro granadino se convirtieron, junto con los del IES Turaniana de Roquetas de Mar, en el primer instituto público de la comunidad que acude a la final europea, denominada Open European Championship 2014.Los alumnos del Hiponova no se encontrarán solos en Pamplona. Junto a ellos, en cuerpo y alma, está todo el pueblo de Montefrío, que se ha volcado con este proyecto que puede poner el nombre de la localidad granadina en los mapas de toda Europa. La Junta también se ha sumado. La delegada territorial de Educación del ente autonómico en Granada, Ana Gámez, recibió ayer a los flamantes finalistas en la sede provincial de la Gran Vía. Allí, tanto alumnos como profesorado mostraron su propuesta, llamada
Aquabar, a la delegada.Como la temática sobre la que versaba esta edición era la furia de la naturaleza, el equipo del Hiponova decidió mirar a su alrededor para ver cómo ésta se comportaba. «Nos centramos en nuestra zona, donde hemos vivido terremotos, incendios forestales e inundaciones. Finalmente nos quedamos con esto último», aseguró ayer Eufrasio Cabrera, profesor de Tecnología del instituto.
El proyecto Aquabar busca soluciones para paliar los efectos en caso de que un inmueble quede anegado por el agua. El mecanismo aplica una barrera de protección neumática que se activa mediante un sistema electrónico. Una herramienta muy útil, que soprendió a propios -como la propia Ana Gámez- y extraños: como al Cuerpo de Bomberos de Barcelona.
Además de ello, los alumnos tuvieron que realizar un póster que muestra la integración de los valores que propugna el torneo. Valores tales como competición amistosa, inclusión o respeto hacia los demás. Y, por si lo anterior no fuera suficiente, también diseñaron un robot que pudiera resolver varias misiones encima de un tablero durante un tiempo máximo de dos minutos y medio.
Para Cabrera, llegar a Pamplona «ya es un premio por todo lo que vamos a vivir y aprender». Y es que no todos los equipos pertenecen a colegios, pues algunos son patrocinados por empresas. «Ya en Barcelona nos dimos cuenta de que algunos van con mucho dinero detrás», apuntó.
Además de felicitar a «profesores, alumnos y equipo directivo», Ana Gámez destacó «la calidad de la enseñanza pública que podemos encontrar en todos y cada uno de nuestros institutos». «Ha pasado en Montefrío pero podría haber sucedido en cualquier otro lugar», matizó.